Leo esta mañana las mujeres de la casa azul y pienso que no, que a mi no me mola nada que la peña me entre cuando voy con los perros, que me gusta ser transparente (no siempre), que nunca se qué decir y qué coño, que soy arisca.
He recordado una batallita (abuelita paz), una vez paseando a la petra se nos acercó otro beagle y me dijo que se llamaba francisco, el beagle, eh. A los pocos días durante una comida familiar me dice mi hermano que un vecino suyo tiene uno y se llama paco, después de mucho discutir porque las comidas familiares se remojan, llegamos a la conclusión de que era el mismo perro y claro, él tenía más confianza y por eso podía utilizar un nombre más familiar y que a nosotras nos acababa de conocer aparte de habernos encontrado en la calle.
Echo de menos a la petra, ya se que es un perro pero las cosas son así. La pobre rita debe creer que tengo demencia porque no la llamo por su nombre ni la mitad de las veces.
He recordado una batallita (abuelita paz), una vez paseando a la petra se nos acercó otro beagle y me dijo que se llamaba francisco, el beagle, eh. A los pocos días durante una comida familiar me dice mi hermano que un vecino suyo tiene uno y se llama paco, después de mucho discutir porque las comidas familiares se remojan, llegamos a la conclusión de que era el mismo perro y claro, él tenía más confianza y por eso podía utilizar un nombre más familiar y que a nosotras nos acababa de conocer aparte de habernos encontrado en la calle.
Echo de menos a la petra, ya se que es un perro pero las cosas son así. La pobre rita debe creer que tengo demencia porque no la llamo por su nombre ni la mitad de las veces.
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