Si no lo cuento reviento, ayer hubo que ir a por medicinas al hospital, que por cierto tener que hacer 300 kilómetros porque la peña no se entiende, anda que ya les vale. Los temas de enfermedades los dejaré para otro momento.
Pues eso, que ibamos por la carretera y llevaba detrás un coche pegado pero pegado pegado, lo de la distancia de seguridad era algo desconocido para la conductora que me perseguía y sabiendo que se acercaba unos kilómetros de curvas y zonas urbanas, decidí cumplir todos los límites de velocidad que encontré, que por otro lado, es lo que debería hacer siempre.
A todo esto, la perseguidora cada vez más nerviosa y más cerca y ya empezaba a preocuparme porque estaba más pendiente de ella que de la carretera.
Cuando de pronto veo que la pakirrota se transforma en una fiera, se vuelve y empieza a discutir con las chicas del coche perseguidor, a gesticular a gritar y las otras cómo no, le siguieron el rollo
PERO COMO SE PUEDE SER TAN BRONCAS.
Vamos, que si no reduzco la velocidad y les doy paso la loca esta hace que el C5 se convierta en un robot asesino. Pa verla, eh !
Menos mal que la despedida fue entre risas, las chicas pasaron y saludaron con sonrisas y a la transformer como se portó bien, por lo cojones, hubo que comprarle un cacho de jamón de guijuelo.
1 comentario:
Jojojojojo...aims, me la estoy imaginando, jejjeje...estaría deseando conducir ella, subir los amortiguadores hasta la posición máxima e ir derecha pa esas fitipaldis!! Y te digo una cosa, se lo hubieran merecido, no soporto a l@s lameculos de la carretera. ¡Esa Maríiia! Muaks
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