Primera parada en el minipueblo de Guadalajara a revisar a las niñas, no tengo vergüenza, estoy todo el invierno diciendo tengo que ir a verlas pero es que ir a Madrid me cuesta, no se cómo me las arreglo pero siempre encuentro buenas excusas. Bueno, las niñas, son mis tías, tengo más del mismo número pero estas son especiales, aparte de que no tienen hijos, son las que cuidaron de mi padre cuando murió su madre y aunque no las he visto mucho les tengo un cariño especial de ese que se aprende, para mi padre sus hermanos y en especial sus hermanas eran muy importantes casi intocables a pesar de que estuvieran toda la familia desperdigados por el país.
Nico gasta un 99 y Veriana un 91, Nico está ilusionada con llegar a los 100, esta mañana nos hemos echado unas risas con ella porque tiene muy buen rollo aunque está un tanto ‘pallá’ está graciosísima, pero lo de Veriana no tiene nombre, lleva la casa, con todo lo que es una casa y encima se ocupa de Nico. Llevamos años intentando que tengan a alguien que les eche una mano pero no hay manera que las niñas son de armas tomar, recuerdo oir a Nico decir preocupada cuando tenía 95 años “no se quien me va a cuidar cuando sea mayor” Oyes esto y te descojonas porque, coño ¿Cuándo piensa que va a ser mayor?
Mañana seguimos de ruta que nos queda sólo un ratito para irnos de zuritos, un ratito pero incómodo porque estoy segura de que el que inventó en cinturón ni usaba tirantes ni tenía tetas, que si, que lo de los tirantes tiene arreglo pero lo de las tetas mal mal.
Lo del coche también tiene su punto divertido porque llevo tal parafernalia que cuando llega algún fernando alonso pasado de velocidad a adelantarme se clava y se me queda detrás con cara de cague, que el idioto se piensa que soy la guardia civil, como me mola.
Nico gasta un 99 y Veriana un 91, Nico está ilusionada con llegar a los 100, esta mañana nos hemos echado unas risas con ella porque tiene muy buen rollo aunque está un tanto ‘pallá’ está graciosísima, pero lo de Veriana no tiene nombre, lleva la casa, con todo lo que es una casa y encima se ocupa de Nico. Llevamos años intentando que tengan a alguien que les eche una mano pero no hay manera que las niñas son de armas tomar, recuerdo oir a Nico decir preocupada cuando tenía 95 años “no se quien me va a cuidar cuando sea mayor” Oyes esto y te descojonas porque, coño ¿Cuándo piensa que va a ser mayor?
Mañana seguimos de ruta que nos queda sólo un ratito para irnos de zuritos, un ratito pero incómodo porque estoy segura de que el que inventó en cinturón ni usaba tirantes ni tenía tetas, que si, que lo de los tirantes tiene arreglo pero lo de las tetas mal mal.
Lo del coche también tiene su punto divertido porque llevo tal parafernalia que cuando llega algún fernando alonso pasado de velocidad a adelantarme se clava y se me queda detrás con cara de cague, que el idioto se piensa que soy la guardia civil, como me mola.
1 comentario:
qué historia más tierna¡
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