Préstame atención

Estamos cenando, una enfrente de la otra, ¿aburridas? Bueno…La mesa tiene una barra donde se pueden apoyar los pies y yo, con mis ocho añitos, me lío a patadas con ella, y ella, simplemente huye. En esas estamos cuando me quedo mirándola y joder, no sé si será porque hoy, por fin, he arreglado las luces, pero me parece la mujer más bonita del mundo y empiezo a decirle cuanto me gusta, ella calla, a veces me mira y sonríe pero noto que no está, está en otras cosas, tengo que decirle algo que llame su atención, mmmm “enséñame  las tetas”. Puff, no ha servido, ni siquiera me ha mirado y le digo “mira que soy tonta” y sí, entonces sí me mira y me da la razón “pues sí eres tonta, sí” porque me he puesto colorada.

empotingándome

No sé por qué me empeño en parecer una mujer, lo voy a tener que admitir, no está a mi alcance, me estoy volviendo loca con tanto potingue, ufff, ya no me queda sitio en mi leja. Tengo montones de espumas, mascarillas, champuses, colorantes, decolorantes, desrizantes, rizantes, acondicionadores y más cosas que ni siquiera sé para qué hostias sirven, sin contar las herramientas y aparatos destinados al automaltrato (depilación).

Porque, a ver, para qué quiero yo tener, que tengo, seis clases de espumas diferentes, si no sé peinarme. O las mascarillas, si da igual, me eche la que me eche sigo teniendo mi bonito estropajo en lo alto de la cabeza. O el decolorante, si a mi no me importa que se me vean esos pelos que según dicen no deberían verse, si yo no me los veo. O los colorantes, tanto por culo me dieron con las canas que sucumbí, ains, “manolete, si no sabes torear pa que te metes” la que lié, creo que todavía hay manchas en el aseo riéndose de mí.

Pero qué nos pasa a las tías con los pelos.

Describiendo

El otro día, no sé donde, leí una descripción de alguien explicando cómo era percibida a través de los sentidos y claro, era un pastelaco del quince, mmmm me voy a describir yo que seguro que no me sale tan dulzón. Adelanto que lo de extenderme y darle forma a los textos no es lo mío, soy un poco mariresúmenes.

A la vista resulto desagradable, al oído ingrata y tengo un tacto áspero o asprosa como dice mi vecina, si nos vamos al olfato recuerdo, y no vagamente, a una ciénaga y ya en boca soy de una acidez insoportable con final astringente y ahora disfruta del retrogusto.

EM

En estas estoy



Esclerosis múltiple from Neurobsesion on Vimeo.

Poseída

Tengo cosas que conservo como tesoros, algunas de ellas son libros que no he leído ni cuenta que llevo pero que por su procedencia adquieren esa categoría. Bueno, pues anoche me pidieron uno de esos tesoros y en ese instante mis actos comenzaron a ser guiados por el espíritu de “la Cenona”. Hostias, nos quedamos todos perplejos, incluida yo porque aseguro que esto no pasó por mi mente, fue directamente a mi boca “si te lo lees aquí sí, si no, no”.

La Cenona era una señora rubia y exageradamente maquillada, aparte de un poco sorda que trabajaba en el cine de mi pueblo cuando yo era pequeña. Entre sus frases famosas está “¿de patata o de tomate?” Cuando le pedían una cerveza o “si te los comes aquí sí, si no, no” cuando le pedían un paquete de chicles, al parecer la señora entendía que pedían un plato de sepia.

YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

-YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

- Prueba tu sola que creo que ya te llega la mano.

Premio para quien sea capaz de contextualizar esto :)))

¿quieres una burra?

Tenemos una soleada mañana de enero con más de veinte grados y nos disponemos a disfrutarla, seguro que nadie puede estropear un día tan precioso.

Salimos a dar un paseo con tan buena suerte que nos hemos encontrado con un vecino, ¿sabéis que tengo una burra para vender? Ya ves lo que me importará a mi, miro a la pk, nooo, tiene los ojos como platos, que no diga el precio, que no diga el precio, que no diga el precio, bueno, ya se sabe que los deseos no se cumplen y zas, cincuenta euros.

Ni loca. Claro, cómo no tengo nada que hacer, ahora también me toca quitarle la idea de la burrita, todavía recuerdo el día que llegó a casa toda emocionada porque había visto una burra preñá a muy buen precio.

Aunque estoy pensando que los burros se comen, no?

Matrimonio de conveniencia

Tengo la tele puesta de fondo mientras ordeno la casa, normalmente no le hago caso, con las cosas que me pasan por la cabeza tengo más que suficiente para no aburrirme pero algo me llama la atención. Están hablando de cómo detectan los matrimonios de conveniencia, que los dejen tranquilos, coño, que seguro que hay una razón de peso para hacerlo pero parece que las razones no son importantes. Bueno, pues parece que se trata de cogerlos aparte y hacerles unas preguntas, muy sesudas, y si no contestan lo mismo es que no hay convivencia, mmm vale, vamos a jugar a eso.

Ojito con las preguntas.

¿Qué desayuna tu pareja? Mmmm, ufff, y yo qué sé. Lamentable respuesta, ya que le preparo el desayuno todos los días pero es que antes de prepararlo le pregunto que qué le apetece, aparte de que mi memoria de pescao frito no me permite recordar qué ha desayunado esta mañana. Pk, qué desayuno yo normalmente? No lo sé, te levantas cuatro horas antes que yo.

¿Cuándo y dónde nos conocimos? Sobre este tema no hemos conseguido ponernos de acuerdo, así que pasa palabra.

Una canción que le guste. Ufff, por más que me devano los sesos no se ocurre ninguna.

¿Cuándo y dónde fue la última vez que viajamos? Jajajaja este tema también es de pasar palabra porque cuando contamos los viajes parece que hemos estado en lugares diferentes.

¿En que lado de la cama duermes? Bueno, esto ya quedó más o menos aclarado, vamos cambiando de lado según apetencias de la doña.

¿Cuántos años tiene? Esta es fácil, siempre y cuando seas una persona normal, que no es mi caso, me explico, si a ella le preguntan cuantos años tengo diría la verdad y yo diría que tengo 45 cosa que no estoy muy segura de que sea cierto.

Conclusión, nosotras somos un matrimonio de conveniencia o matrimoño de convenencia que diría mi  abuela. Esto tiene delito porque nuestra convivencia en los últimos años ha sido de 24 horas al día

propósitos

Observo que como acabamos de empezar el año la mayoría de la gente dedica un rato a hacer propósitos, a ver, voy a pensar un poco. Pero, pa k? si cualquier cosa que me proponga no me va a durar, tirando por lo alto, ni cinco minutos, estoy casi convencida de que no hay nadie en el mundo con una mente tan dispersa como la mía, hace tiempo que no soy capaz de centrarme en nada. Y es que los últimos seis años han sido duros, emocionalmente, y me han dejado tocada. 

Sí, he cambiado, no sé si es reversible pero soy otra. Solía ser, al menos, simpática y graciosa, no, cariñosa no, que tampoco hay que pasarse. Me gustaba jugar a inventar gestos que usaba para saber si tenía la atención, más bien la devoción, de la gente con la que estaba, se trataba de observar si me imitaban, y sí, ocurría y muy a menudo. En cambio ahora si estoy rodeada de más de dos personas lo único que sale de mi garganta son gruñidos y cada vez es peor.

Creo que me he convertido en una mala persona, no mala de maldad, mala de mala calidad. Vamos que si me tengo que vender sería en un montón del mercadillo.

Así que mi propósito para este año es “virgencica, virgencica, que me quede como estoy”

Cómo hemos cambiado

Me tiene manía un semáforo, no recuerdo ni una sola vez que lo haya pillado en verde, le debo gustar yo o mi coche, no sé. El caso es que todos los días me hace pararme un ratito con él, algo que creo que se lo debe hacer a alguien más porque el otro día lo encuentro destrozado, y pienso, mira, ha encontrado zapatico a su medida. Pero parece que al de mantenimiento le cae bien porque al día siguiente está nuevo, todo brillante, pero claro, si es que ese punto cabroncillo se paga y al día siguiente lo vuelvo a encontrar roto, jajaja y aquí viene lo bueno, me pillo pensando, qué gentuza, es que no tienen otra cosa mejor que hacer, cuanto aburrimiento hay en el mundo. ufff ¿Cómo puedo pensar eso? Definitivamente me estoy haciendo mayor.

Anda que no habré destrozado señales de tráfico. Hubo una temporada que una noche a la semana, elegida al azar porque salíamos todas, arrancábamos todas, y todas son todas, las señales de una calle en un tramo de unos ciento cincuenta metros y cosas peores que me callo porque no sé si ha prescrito el delito.

ni un besito ni nada

Dame un beso. NO. Eh!! ¿Por qué? Venga, dame un beso. ¡QUE NO!. ¿A qué se deben estas restricciones? Ni que fueras el gobierno, venga, dame un beso. Que no, que cuando pones esos ojos tú quieres un beso con lengua y después no sabes parar. Grrrrr, pues me voy a la cama.

Me voy aparentando disgusto para provocar que vaya a darme el beso pero en realidad sin el más mínimo enfado, pero no viene, está decidida a mantener la distancia hasta que me calme y me acuerdo que cuando la he despertado de la siesta me ha pedido que le cambie el lado de la cama y zzzzzzz, me cuesta muy poco dormirme.

AYYYYYYYYYYYYYYYYY, siento un peso en el pecho que no me deja respirar, abro los ojos y en la oscuridad (pero que puta manía de ir a la cama a oscuras) distingo a la pk agarrada al techo con sus veinte uñas. ¡¡¡PERO, PERO, PERO!!! ¿QUÉ HACES EN MI LADO?????

Y dando gracias que no me ha hinchado a hostias.

ruidos

 

Allá por el 1995, cuando vivíamos en la civilización, comenzó la construcción de una casa al lado de la nuestra y después de más de dos años de soportar los ruidos que ello conlleva más las putadas del constructor, el dueño del edificio puso un bar en los bajos y colocó todas las turbinas de la aspiración bien lejos de su casa pero pegadas a la nuestra. A que lo mato, amenaza que paso de ser una descarga a algo que me planteaba realmente en serio, así que para el 1999 ya no podía estar más desquiciada, cada vez había más ruidos. Hasta que un día le dije a la pk o nos vamos de aquí o mato al vecino, bueno, no creo que siendo consciente sea capaz de matar a nadie pero mmmm dónde están los límites de lo que eres o no capaz de hacer y empezamos a ver terrenos para hacernos una casa hasta que un día mi hermano nos dijo que nos regalaba uno y que mientras nos hacíamos la casa nos podíamos ir a vivir a la suya de veraneo, acto seguido fuimos a hablar con un albañil que nos dice que volviéramos hacia el 2002, justo lo que yo estaba pensando, esperar a que un mandangas tuviera un rato, así que cuando llegamos casa me conecté a internet, mira pk qué casas más bonitas, tú estás loca, cómo nos vamos a comprar una casa de madera? Pero a estas alturas ella ya era consciente de que la cosa se estaba poniendo peligrosa y consintió ir a Madrid a verlas y como soy mala, mala, mala, me dejé para el final la que más me había gustado y claro, a ella también le gustó así que a los tres meses estábamos viviendo en nuestra nueva casa. Mi agradecimiento a este gesto de la pk es inmenso porque ella renunció a su modo de vida para que yo no acabara en Picasent.

A lo que iba es que el lugar donde vives no es lo importante, lo que importa es como te sientes en ese lugar. Y es que desde el verano he revivido aquella angustia algunas veces, una por los post de candela sobre sus vecinos ruidosos y otra, y esta es la dura, es la historia de una pareja de lesbianas francesas, que no llegamos a conocer, a las que les construyeron una pista de aeromodelismo a pocos metros de su casa, recuerdo que cuando nos contaron la historia a mi se me vinieron encima montones de recuerdos de los tiempos en los que pensaba seriamente en convertirme en asesina y ninguno bueno pero dije que admiraba a la gente que era capaz de quedarse a luchar por lo que consideraban justo, hasta que cuando estuvimos en Francia en noviembre preguntamos por ellas con la intención de ir a conocerlas, uffff, una de ellas se había suicidado. No digo que fuera por el ruido pero desde luego que ayudar no ayuda a vivir tranquilas.

planear

Ahora me dedico a hacer aviones, como si no fuera yo ya bastante vión.

evolution

Han llegado los reyes, siiiiiiiiiiiii lo que les pedí a los reyes de internet el otro día, así, como sin querer, pedazo de tele de leds. Acabo de desembalarla y enchufarla y le digo a la pakirrota, ¿te acuerdas de nuestra primera tele? Claro que nos acordamos, era más o menos como esto

Yo diría que unas 5 pulgadas jajaja recuerdo una noche que salimos de copas después de ver una peli de esas de muchas vísceras y luego comentándola con mis amigos acabó preguntando el aspi (diminutivo de aspirino) que qué peli había visto yo porque no le parecía que fuera la misma que ellos.

Nuestra segunda tele fue una que retiraron por cascajo alguien de la familia pero para nosotras era “otro mundo”. Con esta tele estábamos cuando un día se me presenta la pk en el trabajo con un papel en la mano y los ojos brillantes de ilusión ¿qué te parece si nos compramos una tele a plazos? Claro que le dije que sí, por mi puedes ir a comprarla ya. Cuando se fue me quedé algo triste, cómo puede ser que la mierda de sueldos que tenemos no nos dé para comprar una puta tele y me fui a hablar con el hijoputa de mi jefe, creo que elegí un mal momento o ya había firmado mi sentencia de muerte en esa empresa cuando un mes antes rechacé la jefatura de ventas, el caso es que me dijo que sí, que me iba a subir de categoría, será cabrón, sí, sí, claro que me subió pero a trabajar a la oficina del piso de arriba y me bajó el sueldo a la mitad, así que ni esperé a acabar el contrato, no sin antes bordear el abismo de la depresión (no quiero frivolizar con esto que son temas serios) así aprendí a dejar trabajos porque un trabajo SOLO es un trabajo, nunca debe ser tu vida.

Torpezas

Me encuentro en el congelador una longaniza que me está estorbando ya tiempo y cuando se descongela salgo a tirársela a los gatos, al otro lado de la valla, que si no se la come la rita y no me da la gana que estamos en guerra. Suelto el brazo y miro el almendro, a que le cae encima.

Pero cómo se puede ser tan torpe, yo antes no era así, no hubiera podido jugar en primera a balonmano siendo torpe lanzando, verdad? Pues eso, que ahora me estoy volviendo torpe físicamente porque socialmente soy y he sido siempre más que torpe, ya he dicho aquí alguna vez que caigo mal, y sí, no lo puedo llevar pa’lante, es superior a mis fuerzas creo que son en los únicos momentos en los que soy rápida de pensamiento, en cuanto noto el rechazo suelto la caballería, y claro, cuando se me enfría la sangre me arrepiento, pero ya está hecho y no tiene solución, aunque, en realidad, solo me limito a confirmar lo que ya piensan.

ummm creo que a los gatos tampoco les caigo bien. 

nochevieja

Vaya nochecita.
La de fin de año digo, este año toca cenar las dos solas, un poco antes de las diez acabo de preparar la cena, por dios cuanto me estresa cocinar, nos ponemos a cenar, estoy reventada, abro una botella de cava para mi y para la pk un vino gabacho, acabo de cenar, se me acaba el cava, abro otra botella, estoy puesta, siii, llegan las doce y las uvas, qué gilipollez, me lío un peta, pero si no fumo, zas, frita. No sé cómo pero llegué a la cama, oigo música, no puede ser, sigo roncando, entra la pk a la habitación, tía han venido 58 personas cantando, bailando y tirando petardos, ufff a mi déjame, qué hora es, casi las cuatro, yo paso de visitas, tranquila que ya se han ido.

Con lo "tranquilita" que estaba yo

Me voy esta mañana al médico a recoger el parte de baja de la pakirrota cuando vuelvo a casa, con una sonrisa de oreja a oreja, de imbécil, imbécil, me pregunta si he ido a la farmacia, ups se me ha olvidado, no ir a la farmacia, se me ha olvidado pedir las recetas, seguidamente me pregunta que si he llevado el parte a la gerencia, ay, si es que no la he encontrado, he dado la vuelta a la manzana y por lo visto han quitado la puerta y he tenido que ir a llevarlo a su centro de trabajo. Ya se mosquea con tanta sonrisita y me pregunta que qué me pasa, ejk estaba esta.

Si es que esta mujer me nubla el pensamiento. Creo que voy a pedir cita para mañana porque no sé pero creo que voy a tener un picor muy preocupante en un pezón.