Resistiendo

Hace pocas semanas que empezamos a recuperar el ritmo normal de vida social, hasta "la maldición de la trasgu", pero esto es otro tema. Como nuestras amistades son parejas heteros y durante mucho tiempo nos hemos visto pero no hemos convivido había olvidado lo machistas que son los tíos, y las tías, pero eso también es otro tema. Por ejemplo, “nena, prepárame el café” yo alucino, ella se levanta y sin rechistar hace lo que se le manda. Ayer tuvimos que llamar a una amiga “no has venido a recoger los trastos” vaya, le había pedido a su marido que viniera pero él se fue de cañas y se le olvidó. Y como estas podría contar montones.

Anoche comentando la jugada le digo a la pakirrota “menos mal que no nos casamos con un tío” (atención que la frasecita se las trae) me mira y me pregunta que si casarnos cada una con uno o las dos con el mismo.

En ese momento sentía que éramos una sola, esta es la parte que me ha llamado la atención porque siempre me resisto a mostrarme o que nos vean como una sola cosa, quiero decir que me molesta que den por hecho que si llaman a una esperan que vayamos las dos o que si le dicen una cosa a una creen que nos la han dicho a las dos. No, somos dos personas, dos personas diferentes, dos personas que tienen sus propios pensamientos, sentimientos, dos personas que tenemos, cada una, nuestra propia vida. También me resisto a que nos parezcamos físicamente como pasa con muchas parejas de lesbianas, aunque esto me da que no lo consigo. 

En definitiva, que creo que verte a ti y a tu pareja como una sola cosa es como conducir de oído, acabas oyendo un golpe.