miércoles, 4 de mayo de 2011

Viajando en ave

Desde que tenemos la tarjeta dorada el tren se ha convertido en nuestro principal medio de transporte, acabo de comprar unos billetes y me he acordado de mi primer viaje en tren, así que si no quieres sufrir el martirio de esta historia, ya sabes, puerta.

Al poco de conocer a la pakirrota, hace como unos tres mil años, me propuso hacer un viaje y cuando dijo tren me dio un subidón del quince, ni se imaginaba la ilusión que me hacía, de niña nunca viajé en tren, pero para ella era casi peor, para ella subir al tren era y a veces creo que lo sigue siendo, ir a Francia a vendimiar, horas en tren de madera, registros en la frontera... Hace tiempo de esto.



Ella se encargó de todo y para agasajar a nuestros acogedores amigos preparó un montón de regalos y una maleta como si se fuera a vivir allí, yo nunca he necesitado apenas nada para moverme de casa.

Así que allí estábamos en  el andén esperando el tren, ella nerviosa, diciendo que en cuanto llegara nos teníamos que subir porque apenas paraba y nos podíamos quedar en tierra, tan nerviosa estaba y tantos argumentos tenía que acabó por contagiarme y el panorama cambió a dos chicas poniéndose nerviosas mutuamente. 
Por fin llegó el tren, y de pronto me vi envuelta en la soledad mas absoluta, porque mi niña no tuvo otra ocurrencia subirse al tren en la primera puerta que vio sin mirar si era su vagón y una vez dentro me pareció otear en la distancia que miró lo billetes y se fue en busca de su asiento a toda velocidad “en la otra punta del tren”, claro, como ella podía correr, a pesar de no haber ninguna necesidad, los baúles de la piquer, los regalos y mi pequeña bolsa los llevaba yo, porque ella vio el tren y se montó olvidándose de todo, incluso de mi.  Yo cada vez mas angustiada, ella cada vez más lejos, apunto de desaparecer de mi vista, los pasillos estrechos, apenas podía pasar, cargada como una burra y ella se había olvidado de mí, ese era el bulto que más pesaba, llegué a pensar que se iba a bajar por la siguiente puerta y me iba a quedar sola y cómo no, se me saltaron las lágrimas, al rato, para mi una vida, me encontró llorando en un rincón y solo se le ocurrió decir “qué pena”.

9 comentarios:

Antonia dijo...

Se me ha ocurrido guardar una copia del blog en pdf y repasando como fue mi llegada al mundo de los bolloblogs que fue contando una historia de la boliana http://mariayantonia.blogspot.com/2009/11/boliana.html
me han venido a la cabeza varias batallitas “graciosas” que no he escrito aquí, esta del tren lleva haciéndome llorar de risa veinticinco años, para ver la pakirrota correr por los pasillos

pakirrota dijo...

ufffffffffff me traiciono el subconsciente, pero es verdad que paso asi, en aquellos viajes a francia mi padre nos hacia subir al tren a mi hermano y a mi para despues darnos las maletas por la ventanilla jajajajaja, pobrecica mia cuando me di cuenta yo tambien llore, ¿y si me la llegan a quitar? pero despues de aquello la dejo montar a ella la primera

Juli Gan dijo...

Joder, Paki, pobrecita Güertana, que para una vez que sube a un tren, la dejas solica en un cacharro hostil e incómodo. Mi primer recuerdo es de aquellos cercanías azules en los que me montaba en el apeadero de mi barrio y me bajaba en la estación del Norte (central de San Sebastián) sin pagar un duro.

Pepa dijo...

Ay! La abuela batallitas... (sí: te estoy perdiendo el respeto) jajajjaa

Jo, menudo panorama que has descrito... algo exagerarás, pero parece de película de la segunda guerra mundial, jejejeje

edy dijo...

haaaaaaajajajaja ya como que están saliendo las partidas de nacimiento a flote, mejor no opino haahahahahahajajajaja....

Trasgu dijo...

Upss...menuda experiencia!!! Pero lo mejor de todo es que ahora, tal y como dice Pakirrota, ahora te deja subir primero...Aunque mi pregunta es...y quien sigue llevando las maletasss??...jajajaja... :p
Perdón , perdón... :D
Bsoss

cereza dijo...

Si es que tienes una chica que es toda una señora, dejandote subir delante, por si acaso se la quitan, jeje.

Pero pena fue lo mio un dia en Chamartin, me faltaban las gallinas y el chorizo saliendo de la bolsa. Llegaba tarde a trabajar (a trescientos kilometros) y con los nervios me cole de tren y cuando me quise dar cuenta estaba en Albacete. ¡Dices que llorar!

iTxaro dijo...

mejor si te deja en tierra

como dice lo mejor que ahora te deja subir la primera

Antonia dijo...

pakirrota, ¿que me dejas qué? anda que ya te vale jajajaja

juli gan, no se llama paki, es pakirrota, paki no me gusta nada. hmmm con que subías sin pagar, si es que se te veia 'de' venir. jajajaja

pepa, si es que hace mucho y eran otros tiempos y sí, me estás perdiendo el respeto, ya se me ocurrirá algo para que lo pagues caro jijiji

edy, sis algunas somos del cretacico inferior y tú?? venga valiente

trasgu, vaya, tiras la piedra y escondes la mano, otra que me pierde el respeto, ya te pillaré, a ser posible mañana mismo jajajajaja, vigila quien te persigue (a que doy miedo?) jajajajaja

cereza, hasta albacete!!! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAAA haber avisado y habiamos canalizado las lágrimas para el trasvase, menudo despiste.

itxaro, es que no del todo cierto, lo que pasa es yo subo por la puerta que debo y ella es libre de recorrerse el tren por dentro si le apetece, solo que parece que prefiere subir conmigo. ahora que es posible que sea porque como me encasqueta su maleta no se quiere separar de ella jajajaja