lunes, 6 de diciembre de 2010

tácticas de guerra

La temporada otoño-invierno de festejos varios va a acabar conmigo y sólo estamos a seis de diciembre, ufff, casco seguro. Anoche fue la primera en casa y no, no voy a ir a la cocina ni al salón, me voy a quedar en el ala norte de la casa. Aterrorizada estoy de pensar en lo que me voy a encontrar, aunque tengo que reconocer que la fiesta de anoche es, de momento, la mejor de la temporada, los visitantes se despidieron con un “muy bueno y muy risa todo, buenas noches”. Tengo una resaca horrorosa, me quiero morir.

 
A qué venía esto? ufff, estoy malitísima, ya me acuerdo, ¿he dicho ya que mi mujer me tiene miedo? :) Ahora resulta que utiliza tácticas de guerra, sucia en este caso, para que no me acerque a ella. Entre los visitantes de anoche había una niña de cinco años, creo y claro, los niños, algunos, tienen fondo y duermen y esta se iba quedando durmiendo por los rincones cuando la pakirrota le pregunta si se quiere acostar en su cama, la sonrisa de la niña, vamos, para qué contar. Mientras, de mi cuerpo salió un noo, así como de jueza de línea de tenis pero pastora, que no coño, que no la metes en mi cama y la pakirrota que si, que te quedas a dormir con nosotras y duermes entre las dos y yo que no, que te pongas como te pongas no la metes en mi cama. Vamos y vamos, ahora resulta que utiliza escudos humanos.

3 comentarios:

Tantaria dijo...

Jejeje...igual es para que ensayéis! :-P

Juli Gan dijo...

Jaaaajajajaja. Hay que ver la táctica de tu Pakirrota. (Lo siento, pero me hace gracia. Jaaajajajaja)

Antonia dijo...

tantaria, ensayar? qué hay que ensayar? quitate esa idea de la cabeza. mi alergia a los niños me hace perder el control, sólo tienes que dejar que se me acerque uno para comprobarlo. jajajaja

juli gan, no lo sientas, a mi también me hizo gracia, está muy creativa últimamente.